Cuentan los historiadores urbanos que el origen de la movida madrileña fue el concierto homenaje al artista "Canito" en 1980, promovido en la Escuela de Caminos de Madrid por un grupo de estudiantes que formarían la banda de pop Los Secretos.
Para Ciudad Huerto, la plaza de Borbolla sea quizás el nacimiento de otro movimiento contracultural en el Fuencarral de los primeros años 60 del siglo pasado, que marcó de manera inconsciente el camino a los posteriores moradores verdes del poblado dirigido.
Elías Borbolla fue un vecino, de origen cántabro, que vivió en la calle sabadell, 76, una zona de casitas bajas con parterres en sus fachadas y numerosos espacios interbloques.
Cuando Borbolla llegó al barrio no existía conectividad entre las zonas de casas situadas a distintas alturas. Como Elías era albañil y un alma inquieta, pasaba gran parte de su tiempo libre realizando tareas de mejora del barrio de manera anárquica, siempre sólo.
Fue una persona muy querida en el barrio y era frecuente verle vestido con su mono de trabajo y carretilla realizando acciones que ahora llamaríamos de guerrilla.
Una de las obras que aún se conservan es la escalera de la calle Sabadell, a la altura de su casa, que conecta la acera con la zona de edificios situada a menor cota.
Elías también amaba plantar árboles en los descampados huérfanos de vegetación y en los espacios interbloques.
La Plaza que nosotros hemos denominado Borbolla es un precioso legado de su urbanismo guerrillero para mejorar y embellecer el espacio público del barrio.
Un día, hace 40 años, se levantó con aires repobladores y plantó los árboles que hoy dominan su plaza.